Danzas del Perú
Las danzas son muestra del patrimonio vivo cultural de un país, el cual se manifiesta en sus celebraciones religiosas o cívicas, y demás festividades. El Perú baila cada vez que celebra y es en este rito en el que se destila el misticismo y la pasión de sus pobladores, además de las coloridas vestimentas e impresionantes coreografías.
Este baile, símbolo indiscutible de peruanidad, se practica en gran parte del país. Entre todas sus variantes, la más conocida y celebrada es la norteña, pero igualmente vistosa es la marinera limeña y las otras versiones que se bailan en diferentes lugares de la sierra. Considerada Patrimonio Cultural de la Nación desde 1986, la marinera es una danza de cortejo en la cual se inicia con la percusión de una tarola o de un cajón. La pareja se saluda con reverencias y mantiene cierta distancia, la cual se acorta conforme avanza el flirteo.
Es el baile más conocido de la sierra peruana y su origen se remonta a tiempos prehispánicos. Según el célebre escritor peruano José María Arguedas, no existe expresión más legítima del Perú indio y mestizo que el huayno. En la actualidad, esta danza presenta diversas variantes regionales, pero todas conservan el mismo espíritu.
En tiempos de los Incas, el huayno habría sido una especie de himno militar que se ejecutaba con zampoñas, quenas y tinyas (tamborcillos). La llegada de los españoles, que introdujo nuevos instrumentos y técnicas, favoreció la evolución del huayno y la creación de variedades regionales, con sonidos de mandolinas, arpas, violines, guitarras y charangos.
Sus temas, tanto en quechua como en español, poseen una singular expresividad, al manifestar alegría y picardía, pero también sentimientos de tristeza y añoranza. Aunque en ocasiones se baila individualmente, suele ser una danza de parejas.
Este baile tradicional con características mágico-religiosas se practica en los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Apurímac y Lima. Con pasos ágiles y acrobáticos muy vistosos, los danzantes rinden tributo a los Apus o dioses andinos quienes, según sus creencias, habitan en las montañas. Vestidos con trajes coloridos, los danzantes ejecutan increíbles coreografías que demandan una gran resistencia física.
La Danza de las Tijeras debe su nombre a las dos hojas de metal, parecidas a las de las tijeras, que los bailarines hacen sonar entre sus manos mientras danzan. El acompañamiento va a cargo de un violinista y de un arpista. Habitualmente se ejecuta en fiestas religiosas y patronales, las cuales pueden durar hasta siete días y que tienen un significado ancestral. Se dice que el danzante cumple el papel de mediador entre la Madre Tierra y los pobladores.
Esta hermosa danza de insinuantes movimientos es muy popular en el norte del Perú. Al igual que la marinera, el tondero representa el cortejo y enamoramiento de una pareja. Los instrumentos que la acompañan son la guitarra y el cajón. A diferencia de los demás géneros criollos con influencia española, el tondero nace del mestizaje entre el campo y la región yunga, y conserva un espíritu más rebelde y bandolero.